Historia de la asociación

Nuestra asociación

La Asociación nace en el año 2004, ubicada en la Calle San Clemente en Talavera de la Reina, de la mano de Cándido Zamora, cuando se decide fundar un sitio para atender las necesidades de las personas con Parkinson y conseguir para ellos una mejor calidad de vida, así como de sus familiares, llegando a tener unos 150 socios a comienzos de 2019.

Por distintas circunstancias, La Asociación decide cerrar en el mes de marzo de 2019, dejando desatendidos a los socios. Pero, como bien sabréis, esta enfermedad no tiene ni un solo día de fiesta, ni de vacaciones, con lo que los socios que se quedaron desamparados, optaron por redirigirse a Toledo a continuar sus terapias y allí, son acogidos con los brazos abiertos.

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¿Cómo empezó la asociación?

Dichos socios, hacen llegar a María Ángeles González López, presidenta de la asociación de Toledo y también de la Federación de Asociaciones de Párkinson de Castilla La Mancha, la problemática en la que se encuentran.

María Ángeles toma la tutela de la Asociación y con la ayuda de estos héroes, (algunos pasan de los 80 años, inyectando dinero incluso, para pagar las nóminas de los anteriores empleados), consiguen presentar algunos proyectos con el apoyo inestimable de la Federación y de la Asociación de Toledo.

A finales de agosto, mediante el proyecto que la Federación presenta todos los años sobre “El Balneario de Benito”, algunos de los socios de nuestra Asociación junto con sus familiares pudieron disfrutar de las aguas termales del Balneario de Benito situado en Reolid (Albacete). Es un servicio que tiene por objeto facilitar el acceso a la asistencia prestada en los balnearios a las personas mayores que lo necesitan por prescripción facultativa. Durante esa semana en el Balneario, los socios y sus familiares, pudieron disfrutar de las actividades que se desarrollaban durante su estancia, dichas actividades, preparadas por todos los profesionales de cada Asociación de Parkinson de Castilla La Mancha.

A continuación y después de conseguir algún que otro proyecto, se contrató durante 4 horas una Trabajadora Social que, con su tenacidad y la ayuda de la Asociación de Toledo, consiguió volver a captar más socios y reabrir la Asociación.